Déjame llevarte por un viaje que quizás te suene familiar, porque sé que, en el fondo, también lo has vivido. Ya sabes de lo que hablo, ¿verdad? Esa sensación de estar dándolo todo y, sin embargo, sentir que no llegas a ningún lado. Claro que lo sabes, porque yo misma lo he experimentado. Permíteme contarte algo, pero te advierto: esta historia te va a tocar, porque, en el fondo, tú y yo estamos más conectadas de lo que imaginas.

2022: El Año del Despertar

Fue en el 2022 cuando realmente me di cuenta de algo importante. Estaba atrapada en una rutina. Y no te engañes, sé que te ha pasado a ti también. Estaba trabajando duro, proyectos tras proyectos, pero cada día que pasaba sentía que simplemente no avanzaba. “Estoy agotada de hacer lo mismo, no veo cambios en lo que estoy haciendo”, repetía una y otra vez. Sabía que debía cambiar, que necesitaba algo nuevo, algo que me hiciera vibrar de nuevo. Pero, ¿qué era exactamente? A veces, la respuesta tarda en llegar, y mientras tanto, seguimos dándole vueltas a las mismas cosas, ¿verdad?

Recuerdo que una tarde me pregunté: «¿De verdad estoy haciendo lo suficiente para marcar la diferencia?». Y esa pregunta, oh, esa pregunta, fue la que me tuvo despierta muchas noches. Porque claro, por fuera todo parecía en orden, tranquila, serena, pero dentro de mí… Ay, dentro de mí había una tormenta. Te ha pasado, ¿no? Esa dualidad entre lo que muestras y lo que realmente sientes. ¡Es agotador!

El Miedo a No Ser Suficiente

Aquí es donde entra el miedo. Ese miedo que te susurra al oído, ese que dice: «¿Y si lo estás haciendo mal?», «¿Y si no es suficiente?». «Lo que me da miedo es que la caguemos», lo admití una vez, y sí, me temblaban las piernas cuando lo dije. Lo curioso es que cuando te enfrentas a esos miedos, algo dentro de ti empieza a cambiar. Yo, que siempre había sido tan autoexigente, me di cuenta de que el verdadero monstruo era esa versión de mí misma que nunca estaba satisfecha.

El Arte de Soltar

Pero entonces algo cambió. No fue de un día para otro, claro que no. No hay fórmulas mágicas. Fue a través de la meditación —sí, la meditación— que encontré el respiro que tanto necesitaba. ¿Sabes qué es lo que realmente me enseñó? Que hay que aprender a soltar. “Algo que estoy aprendiendo es a soltar rápido y no estarme machacando”, y créeme, fue una revelación. Porque, cariño, hay momentos en la vida en los que simplemente tienes que dejar de luchar contra ti misma. Aceptar que no todo va a salir como lo planeaste, y está bien.

La Decisión de Avanzar

Y así, un día, decidí. Decidí que no iba a seguir atormentándome. «Sigo confiando en que, aunque haya tropiezos, la clave está en seguir adelante», me repetí, y de repente, las cosas comenzaron a fluir. No porque mágicamente todo se resolviera, sino porque finalmente dejé de exigirme la perfección.

Sé que en algún punto te has visto en esta misma encrucijada. ¿Qué haces cuando todo te abruma? ¿Qué haces cuando parece que, no importa cuánto te esfuerces, nunca es suficiente? Quizá ahora mismo estés en ese punto, donde las dudas te carcomen y te preguntas si todo esto tiene sentido. Pero, cariño, te prometo una cosa: sí lo tiene.

2023: El Año del Resurgir

Ahora, en 2023, no te voy a mentir, sigo siendo ambiciosa. Sigo teniendo esas metas gigantescas que me empujan a avanzar, pero ahora las miro con otros ojos. He aprendido a disfrutar más el proceso, a encontrar la calma en medio del caos. Y sí, ahora soy más selectiva con lo que le doy mi energía. “Me doy cuenta de que el verdadero éxito no es solo llegar a la meta, sino disfrutar el camino y aprender de él”. Y tú, ¿cuándo vas a empezar a disfrutar el tuyo?

Porque, si algo quiero que te lleves de esta historia, es que no estás sola en tus dudas. Todas sentimos miedo en algún momento, pero también tenemos la capacidad de encontrar esa fuerza interna para seguir adelante. Y si yo pude hacerlo, tú también puedes.

Y ahora dime, ¿estás lista para soltar?